La importancia de elegir una técnica.
Hay modelos
clásicos de cómo se toman las decisiones (Hastie, 2001) y existe un esquema
básico de resolución de problemas (D´Zurilla, Goldfried, 1971) que plantea como
hacerlo de forma efectiva y que se ha incorporado a la terapia cognitivo
conductual con todos los méritos (Nezu, 2004). Por supuesto que en la práctica
clínica no se puede olvidar nunca que las personas no nacieron para ajustarse a
los modelos y que hay que determinar para cada paciente que proceso sigue para
tomar sus decisiones, teniendo en cuenta que cada persona afronta la resolución
de problemas de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de
aprendizaje, y es el análisis del método particular que sigue el paciente para
resolver sus problemas lo que nos va a permitir analizar la influencia de la
preocupación en sus trastornos.
La toma de decisiones consiste en encontrar una conducta adecuada para
resolver una situación problemática, en la que, además, hay una serie de
sucesos inciertos. Una vez que se ha detectado una amenaza, real, imaginaria,
probable o no, y se ha decidido hacer un plan para enfrentarse a ella, hay que
analizar la situación: hay que determinar los elementos que son relevantes y
obviar los que no lo son y analizar las relaciones entre ellos y la forma que
tenemos de influir en ellos. Este paso puede dar lugar a problemas, cuando se
tienen en cuenta aspectos irrelevantes y se ignoran elementos fundamentales del
problema. Una vez determinada cual es la situación problemática y analizada en
profundidad, para tomar decisiones, es necesario elaborar modelos de acciones
alternativas, extrapolarlas para imaginar el resultado final y evaluar este
teniendo en cuenta la incertidumbre de cada suceso que lo compone y el valor
que subjetivamente se le asigna ya sea consciente o automáticamente. Así se
obtiene una idea de las consecuencias que tendría cada una de las acciones
alternativas que se han definido y que puede servir para elegir la conducta más
idónea como el curso de acción que va a solucionar la amenaza.
Descrito así, el modelo de toma de decisiones puede aplicarse a cualquier
situación en la que hagamos un plan para afrontarla y no solamente a las situaciones
problemáticas. La preocupación es de preparar el curso de acción y puede estar
asociada a situaciones que nos causan ansiedad, a cualquier problema que
queramos resolver o cualquier acción creativa que queramos desarrollar de forma
controlada. En este sentido, habría que analizar si preocuparse en tareas que
no son problemáticas.
Dado que las Decisiones son tomadas por personas y para evitar que estas
sean el producto
solamente del estado de ánimo del responsable y no se analicen todas las
posibles alternativas es indispensable establecer un método práctico para la
toma de decisiones. “Si no se trata de que la imaginación desvaríe, sino de que
componga bajo la vigilancia de la razón, tiene que haber algo completamente
seguro...: la posibilidad del objeto mismo. Entonces es lícito, por lo que hace
a la realidad del objeto, atenerse a la mera opinión, la cual, para no ser
arbitraria, ha de vincularse, como fundamento explicativo, con lo realmente
dado y, por lo tanto, cierto; entonces se llama hipótesis.” (Emmanuel Kant)
La idea de contar con un método o técnica para la Toma de Decisiones es evitar
el que estas sean producto de razones- intuitivas y heurística Es importante también
recalcar que toda actividad en una empresa que este sujeta a la selección de
dos o más alternativas, debe sujetarse a la aplicación de un método establecido
para decidir cuál alternativa y no solo pensar que son solo para la “alta
dirección”.
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